lunes, 5 de octubre de 2009

Los viticultores del Condado todavía no han cobrado la cosecha del pasado año

El sector mantiene en stock el 40% de la última añada y teme una ruina · Los intermediarios están ofertando en las bodegas 15 céntimos por el litro de vino

Los viticultores del Condado sólo han cobrado una ínfima parte de la vendimia del pasado año y, lo que es más preocupante, aún desconocen si tras la liquidación final podrán afirmar que el cultivo les ha sido rentable o, por el contrario, sufren cuantiosas pérdidas. A esta situación se añade que el 40% del vino del pasado año no se ha vendido.
Estas fuentes han alertado de que la situación está sobrepasando la línea de subsistencia en la que se han mantenido en los últimos lustros, por lo que temen que la cotización final de la vid les impida hacer frente a los cuantiosos gastos derivados de su producción, tales como la poda, la adquisición de productos fitosanitarios o la mano de obra para la vendimia.
El desplome de las ventas de vino a granel y su enclenque cotización se encuentra detrás de esta situación que impide a las bodegas poner en circulación sus excedentes y liquidar cuentas con sus socios.
La especulación de las multinacionales y su política de pescar en río revuelto ha hecho que las ofertas que han llegado a las cooperativas sean calificadas de irrisorias. Se ofrece 1,5 euros el grado hectolitro, es decir un litro de vino con una graduación media de 10 grados pretendía ser adquirido por 15 céntimos de euro, mientras que en años anteriores se estaba pagando entre 2,5 y 2,8 euros el grado hectolitro (en torno a un 40% menos). Precios que, denuncian, serían poco menos que la ruina para el agricultor, que en tal caso percibiría por el kilo de uva en torno a los 10 o 12 céntimos.
Aunque no así a efectos estratégicos y de mercado, lo cierto es que el vino a granel continúa teniendo un papel preferencial en la cuenta de resultados de las entidades vitivinícolas, en tanto en cuanto que viene a representar entre un 70 u 80% del total de vino que producen.
Bajo este panorama las bodegas no han tenido más opción que negarse "a mal vender", aunque ello lleve implícito un retraso en los pagos a sus propios socios, que no podrán liquidar sus cuentas hasta cerrar todas las ventas de la cosecha pasada.
Sin embargo, lo más preocupante es que la situación continúa agravándose por el hecho de que la nueva campaña ha echado a andar y en torno al 30 o 40% del vino del pasado año aun continúa durmiendo en los toneles.
El presidente de la Cooperativa almonteña Virgen del Rocío, Antonio Márquez, no oculta la delicada situación que atraviesa la entidad y, por ende, los propios agricultores.
En el horizonte no se vislumbra un cambio de ciclo y actualmente la entidad mantiene almacenados 1.800.000 litros de vino blanco que aun esperan comprador.
Por otra parte, detalla Márquez, el Gobierno aun no ha hecho efectivo el pago "del 2% de producción que se quemó para alcohol en enero". Ello obliga a tener que afrontar los cuantiosos gastos de financiación e incluso recuerda que han tenido que "solicitar un crédito puente" para adelantar a los agricultores 6 céntimos de euros por kilo por la uva que aportaron en el ejercicio 2008.
En Rociana del Condado la situación no dista del panorama reflejado en Almonte. Los agricultores han cobrado, por el momento, un adelanto de 3 céntimos por kilo y se encuentran a la espera de que se ejecute la venta de unas partidas de vino ya comprometidas, pero cuyo cobro aún no se ha hecho efectivo.
El presidente de la Cooperativa Nuestra Señora del Socorro, Cándido Villarán, espera que la situación vire en las próximas fechas, si bien reconoce que en 16 años que lleva al frente de la entidad "nunca había vivido una situación parecida".
En Bollullos, Vitivinícola del Condado y más concretamente su presidente, José Lagares, tiene claro que las administraciones autonómica y central han pecado de "indolentes" a la hora de adoptar medidas para contrarrestar los efectos de la Organización Común de Mercado (OCM), que "nos ha dejado vendidos y en manos de los especuladores".
El viticultor lamenta que, debido a las singularidades del Condado, "ahora nos encontremos en tierra de nadie. Nos hemos obcecado con el arranque de la OCM y no se han articulado medidas de choque", explica el agricultor.
Aun así recuerda los titánicos esfuerzos de los agricultores por diversificar los viñedos con nuevas variedades, la plantación en espaldera o la adquisición de bocoyes de acero inoxidable, medidas todas ellas tendentes a mejorar la calidad de los caldos.
En síntesis, inversiones que finalmente sólo rentabiliza la especulación.
José Lagares también recordó que los viticultores de la Mancha amenazaron con no vendimiar si no se les garantizaba el precio de la vid y, gracias a ello, "han encontrado el respaldo de la comunidad autónoma".
Aun así la delicada situación de Vinícola del Condado parece haber mejorado después de que se hayan cerrado unos acuerdos de venta para el vino a granel con un precio en torno al 2,10-2,20 euros el grado hectolitro. Cabe recordar que a principios de año la cooperativa tuvo que adoptar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo no traumático que afectó a la totalidad de la plantilla, que sufriría una rotación trimestral como medio de lograr que ningún trabajador fuese despedido.
Las ventas de caldos a granel es sólo uno de los frentes que mantienen abiertos las entidades vitivinícolas. Los embotellados, a pesar de mantener el tipo, han sufrido ligeros descensos que lastran aun más la cuenta de resultados y, por ende, los beneficios o miserias que percibirán los agricultores. Los caldos que mejor aguantan el tipo son los afrutados y el tinto, cuya cotización en el mercado está al alcance de todos los bolsillos. Peor suerte están corriendo los olorosos, tintos de crianza o reserva que han visto como las ventas se han resentido en mayor medida. Algo parecido ocurre con los caldos espumosos que en la provincia elaboran la Cooperativa Almonteña Virgen del Rocío y Bodegas Infante en La Palma, cuya progresión de ventas se ha visto totalmente coartada.
A la hora de buscar culpables a esta situación los agricultores onubenses coinciden en destacar, tal como ya aventuraron, que la Organización Común del Mercado del vino (OCM) supondría la puntilla al sector. Esta nueva regulación ha dibujado un panorama de incertidumbres y disparado los excedentes, lo que ha servido para que los especuladores e intermediarios hagan su agosto a la hora de "exprimir" a los productores para forzar un mejor precio.
Para amortiguar los perniciosos efectos que la entrada de la OCM tendría en el sector se aprobaron unas ayudas para el periodo transitorio para las entregas destinadas a la producción de licores y brandis. El problema radica en que tampoco la Administración central ha hecho efectivos estos pagos todavía, si bien existe el compromiso de liberar el dinero en la primera quincena del próximo mes de octubre.
Mientras tanto, se espera que el Condado se acerque este año a los treinta millones de litros de producción si en el mes de septiembre las condiciones climáticas se comportan bien. La única noticia positiva en los últimos días ha llegado del Consejo Regulador, que ha calificado la cosecha de tintos como "muy buena" y espera ahora recoger esos frutos.

Fuente: Huelva Información (13 de Septiembre, 2009)

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