El sector fresero onubense sembrará unos 250 millones de kilos de plantones para esta campaña · La fase de plantación comenzó a finales de septiembre y ya está al 70%
Desde finales de septiembre están llegando a Huelva tandas de camiones cargados de plantones de fresa, y seguirán hasta finales de octubre cuando se dé por terminada la fase de plantación de la fresa. Para entonces habrá en los campos onubenses alrededor de 250 millones de kilos de plantas, repartidas sobre unas 6.200 hectáreas de terreno, superficie que se ha estabilizado en los últimos años con ligeros movimientos arriba o abajo, dependiendo de que los empresarios apuesten más o menos por diversificar la producción con otros cultivos como la frambuesa, el arándano... 21 municipios se reparten esta superficie, aunque sólo Moguer y Almonte poseen la mitad.
Los viveros de plantón de fresa se encuentran en el norte del país, principalmente en las provincias de Palencia, Avila y Segovia. Algunas cooperativas como Fresón de Huelva, la mayor de la provincia con 211 socios de Palos, Bonares, Lucena y Rociana, cuenta con instalaciones propias en la comunidad de Castilla y León. Son zonas con condiciones climáticas idóneas para que la planta pueda enraizar convenientemente, el frío ayuda a ello. Apenas dos días tardan los plantones desde que son arrancados del vivero hasta que vuelven a estar en la tierra cálida de Huelva. Son 700 kilómetros que se recorren en el menor tiempo posible para que la planta no pierda vigor.
Los preparativos para la plantación son laboriosos, los agricultores pasan el verano retirando los materiales de la campaña anterior, preparando el terreno y vuelta a colocar los plásticos sobre los caballones. Este trabajo emplea a un escaso 10% de los temporeros que llega a trabajar en la recolección. Unos 6.000, de los más de 60.000 que se necesitan para recoger el fruto.
La crisis ha servido este año en bandeja la polémica del empleo. Mientras las administraciones tratan de hacer hueco en este sector productivo a los desempleados locales, los empresarios quieren garantías de que los temporeros acaben la temporada, quieren estabilidad, la misma que han logrado con los temporeros extranjeros contratados en origen, fórmula que surgió durante los años de boom económico cuando la construcción y la hostelería tiraron de la mano de obra agrícola. El presidente de Freshuelva, Alberto Garrocho, explica que la incorporación de los parados locales a la agricultura no será inmediata porque se ha perdido destreza y siempre buscaran alternativas al duro trabajo del campo. Así de cauto se muestra el presidente de la mayor agrupación de productores de fresa de la provincia de Huelva, entre el temor de volver a ver el fruto sin recoger y el deseo de mantener la mano de obra que desde hace años se ha venido consolidando. Afirma que en esta campaña no habrá más de un 3 o 4% de trabajadores local en el sector y que, de seguir la crisis, para la próxima campaña se podrá alcanzar un 10%. "De la misma forma que los extranjeros fueron incorporándose poco a poco, aprendieron a recoger fresa.., ahora se tendrá que hacer el proceso inverso pero progresivamente". Lo cierto es que la previsión inicial de las administraciones para que la siembra se llevara a cabo con mano de obra local no fue posible y se saldó con 1.200 contratos origen en Marruecos.
Garrocho estima que este año se reducirá el número de estos contratos extranjeros pero, de momento, "son imprescindibles para llevar a cabo la campaña. Es impensable sin ellos". El alto porcentaje de los contratos locales se explica por el elevado número de ciudadanos europeos que se han establecido en los pueblos freseros tras las sucesivas ampliaciones de la Unión Europea. Son principalmente temporeros procedentes de países del Este como Polonia y Rumania, y en menor medida de Bulgaria. De hecho un alto porcentaje de los desempleados que acudieron en septiembre a las entrevistas laborales con los empresarios agrícolas fueron extranjeros. Sirva como ejemplo el del empresario Luis Cabezas que contrató a 8 marroquíes, 3 rumanos y otros 3 españoles para completar el cupo de 22 que necesitaba pues ya tiene 8 fijos de una campaña a otra. Los tres españoles dejaron el tajo a los dos días porque "no aguantaban".
Los empresarios se han mostrado dispuestos a colaborar para tratar de disminuir las listas del desempleo pero no lo harán a costa de arriesgar la recolección.
Lo que de momento no ha fallado ha sido el tiempo a pesar de haber pasado varios mes de sequía. Las lluvias de los últimos días han aportado a los campos freseros agua suficiente para evitar el riego y facilitar el enraizamiento de la planta al suelo. Las temperaturas suaves del día ayudan, así como las noches frescas. Hasta el punto que los agricultores auguran que puede ser una campaña buena en la que se repetirá la producción de la anterior cuando se recolectaron unas 260.000 toneladas. La variedad camarosa sigue acaparando el interés de los productores pues representa casi el 70% de la cosecha.
Fuente: Huelva Información (26 de Octubre, 2009)