La importancia de la llegada de extranjeros a los diferentes municipios de la provincia se comprueba con facilidad en el quinquenio 2000-2005, hasta el punto de que hay muchos municipios que han contrarrestado la pérdida de población gracias a la llegada de foráneos. En el conjunto de la provincia el número de vecinos extranjeros aumentó un 42 por ciento más que el de españoles, pero además hay casos peculiares en localidades como San Bartolomé de la Torre, donde el número de españoles descendió en cinco mientras el de extranjeros aumentaba en 90, o Rociana del Condado, que a una pérdida de población autóctona de 51 personas contrapuso la llegada de 292 personas de otros países.
Son muchos los ejemplos en los que la población extranjera ha crecido muy por encima de la española. En la capital, en ese quinquenio hubo se empadronaron 379 españoles, mientras que el número de nuevos vecinos extranjeros ascendía a 3.786. Lo ocurrido en los municipios onubenses se enmarca en una tendencia nacional, con un aumento de la población extranjera de un 303 por ciento frente al 225 por ciento de crecimiento en Andalucía.
Las pautas de incremento poblacional en la provincia se mantienen respecto a las de hace algunos años. Aljaraque es de nuevo el municipio que más crece, con un aumento de población del 37,4 por ciento entre 2000 y 2005 y después de que en la década de los 90 el número de vecinos se incrementase en un 78,1 por ciento, es decir, que en quince años ha más que doblado su población fruto de la llegada de onubenses en busca de una vivienda asequible y unifamiliar. Le sigue en importancia el aumento registrado en el municipio de Cartaya, donde en el quinquenio de referencia la población aumentó un 23 por ciento después de haber crecido un 30,5 por ciento en la década de los 90.
En el lugar opuesto se sitúan aquellos municipios que pierden población de una forma continua. Santa Bárbara de Casa tiene el dudoso honor de encabezar esta lista en este último estudio, al haber perdido un 10 por ciento de su población hasta 2005, aunque muy preocupante es también el caso de Minas de Riotinto: lleva un ritmo medio anual de decrecimiento del 1,7 por ciento después de haber perdido al 15 por ciento de sus vecinos en la década pasada.
Fuente: Huelva Información (27 de Agosto, 2007)
Son muchos los ejemplos en los que la población extranjera ha crecido muy por encima de la española. En la capital, en ese quinquenio hubo se empadronaron 379 españoles, mientras que el número de nuevos vecinos extranjeros ascendía a 3.786. Lo ocurrido en los municipios onubenses se enmarca en una tendencia nacional, con un aumento de la población extranjera de un 303 por ciento frente al 225 por ciento de crecimiento en Andalucía.
Las pautas de incremento poblacional en la provincia se mantienen respecto a las de hace algunos años. Aljaraque es de nuevo el municipio que más crece, con un aumento de población del 37,4 por ciento entre 2000 y 2005 y después de que en la década de los 90 el número de vecinos se incrementase en un 78,1 por ciento, es decir, que en quince años ha más que doblado su población fruto de la llegada de onubenses en busca de una vivienda asequible y unifamiliar. Le sigue en importancia el aumento registrado en el municipio de Cartaya, donde en el quinquenio de referencia la población aumentó un 23 por ciento después de haber crecido un 30,5 por ciento en la década de los 90.
En el lugar opuesto se sitúan aquellos municipios que pierden población de una forma continua. Santa Bárbara de Casa tiene el dudoso honor de encabezar esta lista en este último estudio, al haber perdido un 10 por ciento de su población hasta 2005, aunque muy preocupante es también el caso de Minas de Riotinto: lleva un ritmo medio anual de decrecimiento del 1,7 por ciento después de haber perdido al 15 por ciento de sus vecinos en la década pasada.
Fuente: Huelva Información (27 de Agosto, 2007)
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