lunes, 19 de marzo de 2007

Un “culero” residente en Rociana introducía hachís desde Ceuta


Investigaciones abiertas por la Guardia Civil en Ceuta han determinado que la red desarticulada durante el fin de semana en esta ciudad utilizaba a marroquíes con residencia legal en España, todos ellos en Andalucía, para transportar el hachís oculto en sus cuerpos. Los tentáculos de la red llegaban hasta la provincia de Jaén, donde se han confirmado los movimientos de varias personas afincadas en las localidades de Úbeda y Alcalá la Real que se dedicaban a meter hachís en la península desde el norte de África.
Según informaron a Efe fuentes policiales, la operación, denominada 'Bellota-1', posibilitó el arresto de trece personas, once de ellas marroquíes, que se suman a otros catorce más detenidos el pasado día 9 cuando iban a embarcar con diferentes cantidades de hachís en sus organismos. Los agentes están analizando la documentación intervenida en un piso de Ceuta para la desarticulación total de esta red que transportaba hachís oculto en las cavidades intestinales de los arrestados.
En el operativo fueron detenidos once marroquíes con residencia legal en España en Alcalá la Real y Úbeda, La Mojonera (Almería), Palos de la Frontera (Huelva), Rociana del Condado (Huelva), Zafarraya (Huelva) y en las capitales de Huelva y Almería.
La organización introducía la droga desde Marruecos, almacenaban la misma en la vivienda de Ceuta y luego la distribuían entre los 'culeros' arrestados. La operación se inició al mediodía del sábado en una vivienda de la calle Alfau, en pleno centro de la ciudad, y se intervinieron más de 2.000 bellotas con un peso superior a los 17,3 kilogramos de resina de hachís. En la operación fue detenido el matrimonio que era propietario la vivienda.

Riesgo
El método de trabajo de los 'culeros' es arriesgado. Viajan hasta sus bases de suministro y se meten en el interior del cuerpo todo el hachís que pueden. Bien lo ingieren en trozos en forma de bellota -de ahí el nombre de la operación del Instituto Armado- o bien se lo introducen por el ano. Con esta carga -en ocasiones más de un kilo- se arriesgan a cruzar la frontera. Si falla el envoltorio pueden tener problemas serios.


Fuente: Efe (18 de Febrero, 2007)

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