Un nuevo robo en el establecimiento podría estar detrás del incidente.
Un nuevo robo en Rociana podría estar detrás del fuego que se produjo el martes en el centro hostelero con que cuenta el Hogar de la Tercera Edad y que da a la céntrica avenida de Villarrasa. Los agentes de la Benemérita ya trabajan con esta posibilidad y apuntan a que el fuego pudo deberse a una neglincia de los cacos.
La primera persona en percatarse de la situación fue la empleada de la empresa de limpieza Seleco, quien una vez dentro del hogar alertó a la Guardia Civil cuando escuchó unos ruidos en el interior del bar. Fue la propia Guardia Civil quien constató que el interior del recinto hostelero se encontraba en llamas y fueron estos mismos agentes quienes alertaron a los bomberos. Cuando estos efectivos llegaron al municipio, sobre las 7:30 horas, rompieron la puerta principal del Bar y accedieron al interior del local, desde donde se apresuraron a sofocar las llamas. Una hora más tarde la dotación de bomberos daba por finiquitada las llamas y controlaban el incendio.
Gracias a la rápida actuación de los agentes de la Benemérita y del servicio de bomberos el fuego no se propagó hasta las dependencias del hogar, si bien debido al hedor de quemado y las labores de limpieza, los mayores han tenido que verse privado de su jornada de lectura y juegos.
El empleado del establecimiento hostelero, que ya ha sufrido tres robos con anterioridad, señaló que "presumiblemente" los cacos podrían haber vuelto a calcar el mismo método de entrada, accedido desde el recinto ferial y, desde este emplazamiento, habrían saltado los 2.40 metros que mide el muro del patio interior del hogar. Una vez dentro superaron una puerta de cristal y una interior de madera, desde donde podrían moverse por las dependencias del centro institucional, cuya estancia principal comunica con la barra por donde son atendidos los socios. En un primer reconocimiento parece ser que los delincuentes habrían sustraído diversos productos de chacinas, jamones y quesos, dejando en el suelo del patio un jamonero en su huída. Ante la escalada de robos que venía sufriendo su local, el propietario del mismo afirmaba que había instalado cámaras de seguridad, si bien aun no se encontraban operativas debido a que aún no contaba con conexión telefónica.
Con este nuevo hurto ya son cuatro las veces que el Bar la Esquinita ha sufrido la actuación de los delincuentes. Los socios del hogar consideran que este suceso podría haberse evitado si el Ayuntamiento hubiese adoptado las medidas que se les solicitaron. El concejal de seguridad, Antonio Picón, ha indicado que se instalarán detectores.
Fuente: Huelva Información (25 de Junio, 2008)
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