martes, 3 de junio de 2008

La aparición del mildiu causa alarma en el sector vitivinícola

Los agricultores de la comarca han intensificado las fumigaciones como medida preventiva y confían en que el calor se retrase para que las cepas maduren

Las continuas y persistentes precipitaciones recogidas en los meses de primavera están sembrando un gran temor en los agricultores de la zona que ven como el temido mildiu está comenzando a atacar los viñedos de la zona del condado, alimentados en gran parte por una adversa climatología que propicia las altas condiciones de humedad en las que este hongo hace acto de presencia.
Y lo más preocupante de todo es que la situación puede empeorar, dado que cuando las altas temperaturas comiencen a ser una constante se darán todos los condicionantes para que se produzca el mejor caldo de cultivo para el mildiu y el oídium.
El veterano y ya jubilado viticultor Manuel Sagasta subraya que, por suerte, hasta ahora las altas temperaturas parecen estar retrasándose y ello está conteniendo la reproducción de una de las enfermedades más comunes que aquejan a la vid.
A pesar de que las nuevas técnicas de cultivo en espaldera contribuyen a que la cepa sufra en menor medida la humedad del suelo, logrando así una mejor aireación en la planta y evitando con ello que se produzca un ambiente más favorable para la aparición de la enfermedad, la realidad es que la mayor parte de las explotaciones en el Condado onubense continúan con el cultivo según el método tradicional.
Para más inri, Sagasta relata que ni las vides en espalderas quedarían salvaguardadas de estas enfermedades sin la aplicación de los pertinentes tratamientos fitosanitarios, ya que la intensidad y continuidad de las lluvias acontecidas durante el mes de mayo han dejado el campo muy húmedo.
Como medida de previsión los agricultores han intensificado las fumigaciones, aunque han sido pocos los que han optado por el azufre, dado que este no actúa en temperaturas inferiores a los 18º C, mientras que si se superan los 30º puede producir en las hojas la fotoxicidad.
Estos tratamientos en la planta suelen realizarse cuando los brotes tienen aproximadamente unos 15 centímetros, al comienzo de la floración y al principio del enero, aunque por las atípicas condiciones climatológicas de la presenta campaña éstas han debido de intensificarse, aunque siempre respetando los plazos entre una y otra fumigación.
Así las cosas los agricultores de la comarca confían en que la llegada de las altas temperaturas se retrase, lo que fomentaría que el desarrollo de la vid se encuentre más adelantado y sufra en menor medida la enfermedad.
Sin embargo y aunque es prematuro hablar y cifrar el descenso que esta cadena de acontecimientos provocará en la producción final de la vendimia, las previsiones no son nada halagüeñas, por lo que muchos hablan ya de una producción de un 15 o un 25 por ciento menor que en anteriores campañas.

Fuente: Huelva Información (30 de Mayo, 2008)

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