martes, 9 de septiembre de 2008

La crisis desploma el consumo en las ferias y fiestas patronales

Los ayuntamientos incrementan los presupuestos de las celebraciones festivas debido a la subida de los precios y los recintos feriales reciben menos visitas que en años anteriores.

Euribor, IPC, el precio del barril de petróleo, el coste de las materias primas... Factores todos ellos que atañen y afectan de forma directa al bolsillo de los españoles. Datos, a su vez, que los economistas cotejan para medir de forma fehaciente la salud monetaria del país. No obstante, la población de a pie tiene otro medio igualmente fidedigno para constatar cuán honda es la crisis que nos ha tocado vivir y las secuelas que ese conjunto de indicadores económicos tendrán en nuestras cuentas.
Este termómetro no es otro que las ferias y fiestas patronales que se celebran en cada uno de los 79 municipios que componen la provincia, lo que sirve para constatar la capacidad de gasto de los ciudadanos y si éste ha sido un año pródigo en beneficios económicos.
Las ferias que hasta la fecha se han venido celebrando en el Condado ponen en evidencia una lectura muy negra que habla del empobrecimiento del poder adquisitivo de los españoles y cuyos primeros damnificados en estas fiestas están siendo las empresas de catering y todos los sectores económicos que con ella se mueven como los distribuidores de bebidas, carniceros, pescaderos, camareros, autónomos y un largo etcétera de empresas auxiliares.
Esta obligatoriedad en la contención del gasto ha derivado en que el plato de jamón, el marisco y otras exquisiteces culinarias tan ampliamente consumidas en estas fechas hayan sido desplazados por el lomo, los pinchitos, hamburguesas o aliños, los cuales ha ganado ampliamente la partida en el escalafón de prioridades. Platos económicos que se han convertido en las estrellas de las cartas de las casetas y que, indudablemente, han reducido los beneficios para las empresas de catering que prestan sus servicios en Feria.
Juan Elías, gerente de la empresa JMM, asevera que, en 20 años que lleva trabajando en el sector, nunca ha presenciado un descenso tan acusado en la facturación entre un ejercicio y otro. A lo largo de esta campaña ha ofrecido sus servicios en las Ferias de Sevilla, Jerez, Villarrasa, Valverde del Camino, la Romería del Rocío y la Feria ganadera de Aracena, constatando en todas ellas una merma en la facturación que cuantifica en "cerca de un 50%". La presencia de ciudadanos y visitantes también se ha visto sensiblemente reducida, aunque el descenso más acusado se produce en términos cuantitativos con respecto a la factura final. Como muestra un botón, nos detalla este hostelero; "si en algunas casetas al final de la feria se consumían entre diez y doce jamones, este año la cifra se ha reducido hasta cuatro". Lo mismo ocurre con las bebidas alcohólicas más caras, el marisco y demás delicatesen de nuestra cocina. Elías apostilla que, aunque en todos los municipios ha podido constatar un notable descenso, "en Valverde ha sido especialmente significativo" la caída del consumo.Estas palabras son confirmadas punto por punto por Pedro Márquez, gerente de la empresa almonteña Puente el Ajoli, quien remarca que algunas casetas que en el ejercicio pasado facturaron cerca de 36.000 euros, este año tan sólo han alcanzado los 12.000 euros. En este sentido subraya que la tónica es generalizada en todos los municipios, lo que provocado un latente "temor entre los trabajadores por esta precaria situación".
Así las cosas la necesidad parece haber obligado al ciudadano a lo que comúnmente se denomina apretarse el cinturón. No obstante, a este planteamiento aun no parecen haber llegado las corporaciones locales que continúan engordando los presupuestos en materia de festejos en un porcentaje cercano al IPC. Concretamente María José Pérez, concejala de Festejos del Ayuntamiento de Almonte señala que la inversión para el presente ejercicio ha sido sensiblemente superior y tan sólo en las actuaciones musicales y espectáculos "la factura ha rondado los 100.000 euros", a lo que habría que sumar otros gastos paralelos como la instalación del alumbrado, seguridad en los conciertos etc, aunque estas últimas partidas económicas no pueden ser cuantificables debido a que se suscriben dentro de "un paquete anual que incluye la prestación de estos mismo servicios en otras épocas del año como navidad". Con respecto a la afluencia de personas la edil almonteña reconoce que esta se ha visto "sensiblemente reducida", si bien descarta que en ello subyazca la crisis económica. La edil señala otros factores sociales para justificar esta menor presencia en el recinto ferial, como el hecho de que "los ciudadanos aprovechen estas fechas para irse de vacaciones o para realizar algún viaje", apostilla.
En Rociana del Condado el presupuesto también ha sufrido un ligero ascenso, mientras que en La Palma del Condado el presupuesto para las fiestas de la vendimia se mantendrá "casi" impertérrito y cercano a los 150.000 euros, tal como confirma la concejala de Festejos, Rocío Teba, quien argumenta que la inversión en este concepto será cercana a la de pasados ejercicios.
En Bollullos Par del Condado sí que parece pretender aplicarse planes de austeridad, para lo cual el responsable de Festejos, Manuel Moreno, asegura que en esta edición "pretendemos ahorrar en torno a los 30.000 y 36.000 euros, situando los gastos en una cifra cercana a los 90.000 euros". El edil relata que es "consciente de la crisis", por lo que para reducir la inversión sin mermar e incluso aumentar el número de eventos y espectáculos ha echado mano de "de empresas del municipio que contribuirán como sponsor a financiar dichos eventos". Paralelamente Moreno asevera que en la búsqueda de un mejor precio competitivo "hemos vuelto a pedir presupuestos a empresas de alumbrado, de instalación de carpas e incluso renegociar los cachés de los artistas".
Precisamente y extraoficialmente casi sin distinción del color político la mayor parte de los concejales de Festejos se quejan del desmesurado caché de los artistas que, "por el mero hecho de vender dos discos, ya te piden cantidades desmesuradas y claramente prohibitivas". Estas mismas fuentes sostienen que tienen claro que si la obligación lo requiriere este sería el primer lugar donde aplicarían la 'tijera' para recortar gastos.

Fuente: Huelva Información (31 de Agosto, 2008)

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