El PA alertó en marzo de 2009 del abandono y taponamiento de la ribera · El desbordamiento del riachuelo ha arrasado el campo fútbol y zonas urbanasA la izquierda, el arroyo completamente taponado por maleza. A la derecha, el campo de fútbol con destrozos valorados en 900.000 euros.
1 comentario 1 voto Tras los núcleos costeros, si un municipio en el Condado se ha visto especialmente castigado por los efectos del temporal que desde la segunda quincena de diciembre azotó la provincia, este ha sido Rociana del Condado. Al menos, a tenor de los más de 900.000 euros en los que se estiman los daños ocasionados a una única infraestructura: el campo de fútbol de césped artificial Manuel Macario.
Todos los problemas derivados de la intensidad y persistencia de las precipitaciones se circunscriben en el municipio a los tres desbordes que sufrió el arroyo Calancha a su paso por la carretera de Niebla, justo a la altura del campo de fútbol, cuyo terreno de juego quedó totalmente anegado tras llevarse la corriente parte del perímetro de ladrillo que lo delimita.
El PA, a través del portavoz andalucista, Wenceslao Muñoz, ha exigido "depurar responsabilidades" en tanto en cuanto que "en marzo de 2009 ya alertaron del estado de abandono que sufrían los arroyos".
En aquel momento, la oposición hizo público un denso reportaje fotográfico en el cual se constataba el colapso que sufrían sus cauces a consecuencia de toda la maleza vegetal que arrastraba, debido a la falta de mantenimiento, por lo que ya entonces auguraron las consecuencias que de esta situación podría derivarse si se sufría un fuerte temporal.
En base a ello, el PA ha presentado una moción en la que exige que "alguien se haga responsable de los daños ocasionados en las viviendas y empresas afectadas por la riada que sufrió el pueblo, amén del destrozo del campo de fútbol de césped artificial".Muñoz detalla que la última limpieza de los arroyos que circundan y atraviesan el municipio data del año 2004, cuando el entonces Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, actuó en la zona desde las Cuestas hasta el Matadero, así como en el arroyo del Colmenar desde la zona del Molinillo hasta su desembocadura en Calancha.
IU se ha sumado a estas críticas cuestionando a su vez las razones de que ningún responsable político haya salido a la palestra pública para anunciar ayudas, máxime cuando se ha constatado que más allá de los avatares naturales la razón del desbordamiento de Calancha "responde a la desidia de las instituciones".
El portavoz local, Maximiliano Pichardo, considera que "el alcalde, Amaro Huelva (PSOE), no se esté preocupando por los intereses de los ciudadanos, sino más bien por guardarle las espaldas a sus superiores porque, indefectiblemente, alguien tiene que asumir responsabilidad por los destrozos".
Este periódico ha tratado, sin éxito, de conocer la opinión del alcalde, Amaro Huelva, a las acusaciones de la oposición.
El primer edil socialista escenificó en su día su voluntad de pedir las ayudas oportunas, a la vez que subrayó que solicitaría "a la Agencia Andaluza del Agua o, en su defecto, a quien competa, la adopción de las medidas oportunas para mejorar la circulación del arroyo", bien ampliando las dimensiones en las zonas donde se estrecha la anchura del mismo, bien eliminando la maleza, los lodos y las cañas que han taponado su cauce natural.
Las consecuencias del temporal serán duras no sólo en la parcela económica. Las distintas categorías de fútbol en Rociana tendrán que disputar los partidos que le restan de la temporada 2009/2010 fuera de su feudo, ante la imposibilidad del Ayuntamiento de emprender las obras de reforma que precisa el complejo deportivo, principalmente por cuestiones de índole económica.
El vicepresidente del Club de Fútbol, Manuel Macario, ha señalado que como medida de urgencia se ha optado por jugar los partidos en los pueblos limítrofes.
El equipo de Gobierno ya ha alcanzado acuerdos de colaboración con Niebla y Villarrasa. De este modo, las categorías de juveniles e infantiles disputarán sus respectivos encuentros en el campo de césped artificial iliplense, donde también disputa sus encuentros, además del club local, las distintas categorías de Bonares.
Por el contrario, los dos equipos de benjamín y alevín inscritos en competiciones oficiales jugarán como local en el campo de fútbol siete de Villarrasa. Entre tanto y a expensas de contar con un nuevo terreno de juego, los chavales celebrarán los entrenamientos en el campo de tierra del Labrao.
La directiva del club ha valorado positivamente esta solución de urgencia, si bien se muestran consternados por los daños en un estadio que estaba previsto que se inaugurase el sábado siguiente a la primera de las inundaciones.
Fuente: Huelva Información (18 de Enero, 2010)
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