viernes, 20 de marzo de 2009

Las ventas de vino a granel se desploman y arrastran al sector

Las grandes bodegas agotan sus stocks y apuestan por el hundimiento del precio de los caldos producidos en el Condado · La mayor parte de la producción está en almacén, sin compradores
Sólo un 8% del total de veinte millones de litros producidos. Esta es la cifra de vino a granel vendido por algunas cooperativas como Vinícola del Condado en Bollullos que no han conseguido poner en el mercado los caldos fabricados y exprimidos a la vendimia del pasado curso.
La razón parece obvia, la crisis económica ha comenzado a manifestarse con toda su crudeza tocando de lleno al sector vitivinícola español, que absorbe gran parte de nuestros excedentes de producción que no se venden bajo etiqueta propia (comúnmente embotellado).
Con razones o sin ella, esta coyuntura económica está siendo aprovechada por las grandes bodegas para especular y tratar de arañar un mejor precio, confiando en un desplome de la cotización de los caldos a consecuencia de los enormes excedentes acumulados. Se está siguiendo la misma táctica con el aceite y otros productos.
Al menos esta es la lectura que realiza el presidente de dicha entidad bollullera, José Lagares, quien recalca que "los grandes bodegueros están aplazando sus compras y entre tanto agotan sus últimos stocks con ámbito especulativo y con la excusa de la contención del consumo con la que esperan que regalemos el vino".
De momento y a pesar de los esfuerzos de las diferentes empresas del Condado para que el embotellado se convierta en su principal sostén económico, lo cierto es que por el momento la venta a granel continúa siendo indispensable para cuadrar la cuenta de resultados, debido sobre todo al alto volumen de facturación que representa.
Concretamente Lagares pone como ejemplo que su entidad pretendía destinar a este mercado entre 20 y 22 millones de litros de los 30 que este año han producido los lagares, es decir en torno al 70%.
Una quimera a tenor de la inexistencia de oferta, que se ve agravada por la poca venta de los caldos destinados a la destilación en boca.
En este sentido Bollullos destinaba a este menester en torno a dos millones, mientras que Rociana y Almonte sendos millón y medio, lo que unido al resto de la comarca sumaban hasta ocho millones de litros.
La nueva Organización Común de Mercado acabó de un plumazo con estas subvenciones y ha contribuido enormemente a acrecentar los excedentes.
El presidente de la Cooperativa Nuestra Señora del Socorro, Cándido Villarán, relata que existe un "miedo escénico a la adquisición de grandes partidas". "Tras la OCM todo ha cambiado, hay poca exportación, mientras que con la crisis los bancos no dan créditos y no podemos bajar los precios porque con los costes de fitosanitarios y de recolección estaríamos llevando a la ruina a los agricultores".
Aunque la entidad ha podido poner en el mercado alguno de sus excedentes gracias a "algunos clientes fijos", la cantidad es enormemente exigua.
Concretamente si el año pasado se cotizaba el vino "a 450 pesetas el grado hectolitro, este año vienen con 'ofertas' de 340", un precio irrisorio; "hemos hecho números pero no se cubren costes y no hemos aceptado la venta", lamenta Villarán.
Ante esta realidad los agricultores temen pagar la factura una vez las cooperativas liquiden las campañas de los dos últimos ejercicios.
Para más inri la OCM ha supuesto la puntilla al subvencionar únicamente la exportación a países fueran del cinturón de la comunidad europea, que es como decir anular todos los recursos a los que podían agarrarse las empresas del Condado.
De esta manera solo la venta de embotellado aguanta el tipo, principalmente los afrutados y tintos, si bien aun así sufren leves descensos.
Un clima igualmente extrapolable al cava onubense que ha visto coartado este año la progresión de ventas como consecuencia del menor consumo de caldos espumosos en España.
Los esfuerzos realizados tanto por la Cooperativa Almonteña Virgen del Rocío como Bodegas Infante en La Palma, las dos únicas entidades que dan vida a estos caldos, han permitido aumentar los niveles de calidad hasta codearse de tú a tú con bodegas de mayor solera y soportar la encarnizada competencia que se ha vivido en este campo.
El gerente de la bodega, José Infante, ha subrayado que el pasado ejercicio elaboró 20.000 botellas, de las cuales 9.000 siguen un proceso de reposo a fin de ganar madurez y calidad.
Las 11.000 restantes salieron a la venta, si bien tan sólo ocho mil de ellas fueron adquiridas por los clientes.
Estas cifras, unido a la incertidumbre que vive el sector han provocado que este año tan sólo haya adquirido 5.000 litros de vino, mientras que el pasado año fueron 12.000". Sin embargo lo más grave es que nada hace indicar que la situación dé un vuelco, por lo que todos los indicios apuntan a que este nuevo clima económico "va para largo".
En el horizonte no se atisban síntomas que alegren los cálculos del sector que emplea a miles de trabajadores del Condado, y que después de la fresa es uno de los grandes sostenes de la economía comarcal. A esta coyuntura cabe sumar el fuerte varapalo sufrido por el sector con la puesta en marcha del carnet por puntos que prácticamente dejó al sector sin uno de sus clientes más fieles: la hostelería. Demasiados frentes abiertos contra un sector que ya ha comenzado a dar las primeras voces de alarma. Con la crisis del vino el Condado de Huelva puede regresar a los peores tiempos de su historia. De momento, el paro se ha disparado.
Fuente: Huelva Información (27 de Febrero, 2009)

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