La incorporación de otros 33 centros escolares onubenses al programa de Acompañamiento Escolar promovido por la Consejería de Educación, es el mejor indicativo del éxito que esta iniciativa está teniendo en la provincia de Huelva. En el curso que ahora finaliza, 18 colegios e institutos contaban con estos grupos de refuerzo para los alumnos que, por diversos motivos, tenían problemas para seguir el ritmo y el nivel habitual de las clases; sin embargo, ya para el próximo curso serán 51 (34 de Primaria y 17 de Secundaria), es decir, un 183 por ciento más.
De esta forma, el número de alumnos que se benefician de este plan también se verá considerablemente incrementado. Aunque por el momento, es difícil establecer una cifra exacta, ya que cada colegio formará grupos de entre 5 y 10 alumnos dependiendo de las líneas que tenga de quinto y sexto de Primaria (niveles que participan en la iniciativa) o primero, segundo y tercero de Secundaria, y dependiendo, por supuesto, de lo que considere oportuno, ya que es el propio centro el que decide qué alumnos deben o deberían incorporarse a los grupos de acompañamiento escolar. Durante el curso 2006-2007, este programa se ha ofertado en centros de Bollullos, Punta Umbría, Cartaya, Ayamonte, Gibraltar, Trigueros, Rociana, San Juan del Puerto y Minas de Riotinto, además de la propia capital.
El funcionamiento es muy sencillo. Los alumnos integrados en el Programa de Acompañamiento Escolar recibirán cuatro horas semanales extra de las materias básicas instrumentales, además de otro tipo de formación en valores, creación del hábito de lectura, métodos de estudio, etc. Normalmente los centros optan por repartir estas cuatro horas en dos días (dos horas cada uno). Las clases siempre se dan por la tarde, y de ella se ocupan los propios profesores del centro (con una retribución especial) o una serie de monitores o mentores contratados específicamente para ello.
El coordinador de Solidaridad y Compensación Educativa, donde se integra el programa, Antonio Casillas, destacó la coordinación de todas las clases con los propios tutores de los alumnos de Acompañamiento, igualmente destacó lo importante que es "que exista un compromiso muy fuerte por parte de las familias" de que van a colaborar para que los jóvenes acudan a estas clases con normalidad. Asimismo, insistió en que es un plan de "continuidad" es decir, los estudiantes reciben este refuerzo durante varios cursos.
Los resultados de la iniciativa no han podido ser mejores, en una encuesta realizada entre los diferentes participantes en el programa, el cien por cien de los tutores ha manifestado que su centro debía continuar participando en él. Además, más de la mitad de los alumnos considera que le está reportando beneficios y que le está ayudando a mejorar su rendimiento académico. Las relaciones con la familia también han mejorado en los centros que han puesto en marcha el Acompañamiento Escolar. De igual forma, los docentes consideraron que la coordinación y la gestión han sido buenas.
De esta forma, el número de alumnos que se benefician de este plan también se verá considerablemente incrementado. Aunque por el momento, es difícil establecer una cifra exacta, ya que cada colegio formará grupos de entre 5 y 10 alumnos dependiendo de las líneas que tenga de quinto y sexto de Primaria (niveles que participan en la iniciativa) o primero, segundo y tercero de Secundaria, y dependiendo, por supuesto, de lo que considere oportuno, ya que es el propio centro el que decide qué alumnos deben o deberían incorporarse a los grupos de acompañamiento escolar. Durante el curso 2006-2007, este programa se ha ofertado en centros de Bollullos, Punta Umbría, Cartaya, Ayamonte, Gibraltar, Trigueros, Rociana, San Juan del Puerto y Minas de Riotinto, además de la propia capital.
El funcionamiento es muy sencillo. Los alumnos integrados en el Programa de Acompañamiento Escolar recibirán cuatro horas semanales extra de las materias básicas instrumentales, además de otro tipo de formación en valores, creación del hábito de lectura, métodos de estudio, etc. Normalmente los centros optan por repartir estas cuatro horas en dos días (dos horas cada uno). Las clases siempre se dan por la tarde, y de ella se ocupan los propios profesores del centro (con una retribución especial) o una serie de monitores o mentores contratados específicamente para ello.
El coordinador de Solidaridad y Compensación Educativa, donde se integra el programa, Antonio Casillas, destacó la coordinación de todas las clases con los propios tutores de los alumnos de Acompañamiento, igualmente destacó lo importante que es "que exista un compromiso muy fuerte por parte de las familias" de que van a colaborar para que los jóvenes acudan a estas clases con normalidad. Asimismo, insistió en que es un plan de "continuidad" es decir, los estudiantes reciben este refuerzo durante varios cursos.
Los resultados de la iniciativa no han podido ser mejores, en una encuesta realizada entre los diferentes participantes en el programa, el cien por cien de los tutores ha manifestado que su centro debía continuar participando en él. Además, más de la mitad de los alumnos considera que le está reportando beneficios y que le está ayudando a mejorar su rendimiento académico. Las relaciones con la familia también han mejorado en los centros que han puesto en marcha el Acompañamiento Escolar. De igual forma, los docentes consideraron que la coordinación y la gestión han sido buenas.
Fuente: Huelva Información (22 de Junio, 2007)
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