El Gobierno acordará próximamente el trasvase de cinco hectómetros de agua de la cuenca del Guadiana a la del Condado para aliviar la presión del acuífero 27, que surte al Parque Nacional de Doñana, e ir cerrando de forma paulatina los pozos ilegales de esa comarca.
Según detallaron en rueda de prensa el secretario general del PSOE de Huelva, Javier Barrero, y el portavoz de las Comunidades de Regantes de la provincia, Juan Antonio Millán, esta actuación se realizará de manera “inmediata” en cuanto el Consejo de Ministro la apruebe, que se prevé sea en breve.
Millán puntualizó que esta transferencia de agua, que se llevará a cabo desde el sistema hídrico denominado Guadiana-Chanza-Piedras hasta el embalse del Corumbel, se destinará principalmente para consumo humano, aunque no se descarta que también se utilice para la agricultura.
El alcalde de Cartaya, que consideró que estos cinco hectómetros es un volumen de agua “escasa” para las necesidades de la comarca del Condado, reconoció, no obstante, que “es suficiente para atender y complementar el agua superficial que está embalsada en la presa del Corumbel, y para reducir la extracciones ilegales, a través de pozos, que se producen en el acuífero 27”.
Entre 2004 y finales de 2006, según datos de la Mancomunidad del Condado, se han abierto 426 expedientes por captaciones ilegales de agua en Doñana, concretamente en el acuífero 21, que afectan a más de un millar de estos pozos ilegales, y que retiran una media de tres hectómetros cúbicos de agua cada año.
Estos pozos se reparten principalmente entre los términos municipales de Bonares y Lucena del Puerto, y en menor medida en Almonte, Bollullos, Moguer y Rociana del Condado.
Por otra parte, Javier Barrero destacó ayer que la futura presa de Alcolea, que se construirá en la zona norte de Gibraleón, beneficiará a más de 20.000 hectáreas del Condado y de la Campiña, al mismo tiempo que anunció que la inversión final para llevar a cabo el proyecto será de más de 200 millones de euros.
Barrero vaticinó que las obras para la puesta en marcha de la presa “serán lentas, pues necesitan un trabajo administrativo de expropiación previo” y destacó que “el proyecto ya está listo, aunque habrá que cambiar los precios, pasándose de esta manera de los 170 millones de euros que se contemplaban a los más de 200 que finalmente costará”.
En este aspecto, Juan Antonio Millán, indicó que la presa “beneficiará a 20 pueblos, nueve del Condado y once de la Campiña” e informó que un total de 1.388 agricultores, poseedores de 30.388 hectáreas y 6.342 hectáreas, respectivamente, han solicitado ya poder beneficiarse del agua de la presa”.
Por último, Ecologistas en Acción advirtió ayer que recientes estudios realizados por el Centro Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad de Huelva alertan sobre la extrema acidez de los ríos Oraque y Odiel, y los altos niveles de metales pesados provenientes de la actividad minera abandonada en los cauces superiores, con valores “muy superiores en estas materias a los del propio vertido de Aznalcóllar”.
Para los ecologistas, la zona afectada por la presa conforma ecosistemas naturales de gran valor desde el punto de vista de la flora y fauna, así como su construcción destruirá parte del patrimonio cultural de la comarca.
Fuente: Huelva Información (23 de Enero, 2007)
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