Freshuelva fletó el viernes el primer autobús con trabajadores agrícolas de Ucrania. En total habrá cerca de 700 personas de este país recolectando fresa onubense
Los cerca de 4.500 kilómetros de distancia que separan Huelva del Suroeste de Ucrania son razón más que suficiente para justificar los temores que ayer se reflejaban en el rostro de los 43 temporeros ucranianos que, por primera vez, estarán trabajando en la campaña agrícola de Huelva. Ha sido la organización empresarial Freshuelva la que fletó el pasado viernes, ya avanzada la tarde, el primer autobús que iba a trasladar a los 43 temporeros, en su mayoría mujeres, aunque esta vez el porcentaje entre los sexos está más equilibrado, no como en el caso de polacos y rumanos, que mayoritariamente llegaban mujeres.
Los cerca de 4.500 kilómetros de distancia que separan Huelva del Suroeste de Ucrania son razón más que suficiente para justificar los temores que ayer se reflejaban en el rostro de los 43 temporeros ucranianos que, por primera vez, estarán trabajando en la campaña agrícola de Huelva. Ha sido la organización empresarial Freshuelva la que fletó el pasado viernes, ya avanzada la tarde, el primer autobús que iba a trasladar a los 43 temporeros, en su mayoría mujeres, aunque esta vez el porcentaje entre los sexos está más equilibrado, no como en el caso de polacos y rumanos, que mayoritariamente llegaban mujeres.
El autobús de ayer fue el primero y llegó a la cooperativa Costa de Huelva de Lucena del Puerto, pero no será el último, ya que tienen que llegar hasta cerca de 700 temporeros ucranianos (de los que 175 han sido contratados por Freshuelva), que han sido contratados por diferentes empresarios agrícolas de la provincia para la recolección de la fresa. Los 43 trabajadores ucranianos se repartieron ayer entre once empresarios, socios de Freshuelva, de Lepe, Lucena, Moguer, San Bartolomé de la Torre, Almonte, Cartaya, Bollullos y Rociana.
El reparto de trabajadores ayer fue pormenorizado, pues aunque algún empresario recogió a un grupo de cuatro o cinco personas, también hubo casos en los que tan sólo una pareja de mujeres montó en la furgoneta con su equipaje y cara de '¿a ver que me espera?'.
María Popovych la intérprete que ha viajado con el grupo durante tres noches y dos días explicó ayer que el ambiente que se respiró durante el viaje en más de una ocasión de "temor por que algunos no han viajado nunca tan lejos, por que desconocen las condiciones en las que van a estar y cómo va a ser el empresario. Es normal mostrar temor", terminó justificando la joven.La ventaja para ellos, que quizá desconozcan, es que para los empresarios onubenses la apertura del mercado laboral ucraniano es una baza que están dispuestos a no desperdiciar e incluso a mimar si se presenta el caso. Como ayer apuntó el presidente de Freshuelva, José Manuel Romero, a pesar de todos los problemas con los que se han encontrado en Ucrania para contratar a una mínima parte de los que pensaban en principio, es una oportunidad que se ha abierto porque "no podemos poner toda la fruta en el mismo cesto, tenemos que abrir otros mercados laborales".
Como ya han venido manifestando los productores de fresa, este sector no se puede limitar al mercado marroquí porque "ya en esta campaña cerca de 15.000 temporeros llegarán de Marruecos, lo que significa la mitad de los contratados en origen".
Traer este primer contingente de trabajadores ucranianos hasta Huelva no ha sido fácil. Romero explicó ayer que el hecho de que "no existan relaciones diplomáticas con este país ni convenios bilaterales, nos ha obligado a obtener un permiso especial del Gobierno ucraniano para poder contratar a trabajadores". Además, los contratos en origen no han podido hacerse directamente como en Rumania o Bulgaria donde si hay acuerdos, sino que los empresarios han tenido que realizar el proceso de selección de los trabajadores a través de una empresa privada del país de origen. Ahora confían en que los criterios de selección se ajusten a sus necesidades para que la recolección de la fresa discurra con normalidad.
En principio, uno de los pocos requisitos que han exigido ha sido que fueran trabajadores agrícolas, aunque ninguno de ellos tiene experiencia con la manipulación de fresa puesto que este producto no existe en su país.
Los temporeros ucranianos vienen a trabajar con la esperanza de ahorrar lo suficiente como para poder ofrecer a sus familiares necesidades básicas de las que carecen. Desde estudios para sus hijos hasta atención sanitaria para sus padres u otros familiares, según comentó ayer María Popovych. Esta se quedará durante una par de días en la provincia visitando a las temporeras para intentar solucionar los problemas que pudieran derivarse de la falta de entendimiento por la dificultad de hablar lenguas muy diferentes.
Sobre la campaña agrícola, José Manuel Romero señaló que se desarrolla con "normalidad". Salvo los pocos "parones" que han causado las lluvias puntuales de las últimas semanas, la producción comenzó a mediados de enero aunque no llegará a estar al 100% hasta mediados de marzo, momento en el que habrán llegado ya todos los contratados en origen. Entonces, el sector de la fresa tendrá trabajando a cerca de 80.000 personas en la provincia de Huelva, de los que alrededor de 30.000 serán contratados en origen procedentes de Marruecos, Bulgaria, Rumania, Colombia y Ecuador.
Fuente: Huelva Información (26 de Febrero, 2008)