OPINIÓN: Alejandra

El lunes pasado, en Rociana, le fue adjudicado al periodista y escritor Carlos María Ruiz de la Rosa, el primer premio del XXX Certamen Internacional de Poesía Odón Betanzos Palacios, por su obra “Alejandra. Cantar de Narramance”. Dotada con 6000€, además de una esmerada edición, el premio le fue entregado por Amalia Míguez, la siempre vital esposa del poeta y académico -sobre todo amigo-, al que la ausencia de su presencia en esta época del año, por estas tierras del sur de Andalucía que para él eran España -o el recuerdo de España que cobijó durante decenios en su residencia de Nueva York-, me hacen volver de forma continua a los recuerdos de ese embelesamiento que siempre me produjo, recordando, recordándole… como una de las personas que más me han epatado en mi poca equilibrada vida. “Alejandra”, en palabras del presidente del jurado Juan Antonio Guzmán Camacho, resalta por “la fluidez en el dominio de los recursos literarios, fruto de una indagación luminosa que da como resultado un poemario que fusiona un profundo conocimiento de los clásicos con los distintos estilos actuales”. Hasta ahora Ruiz de la Rosa era para mí una cara que ponía palabras a las noticias en un informativo de televisión. Después de escucharle defender su texto y, especialmente, disfrutar con las cuitas de Narramance en este encadenado poemario lleno de citas clásicas y de otras de rabiosa actualidad, debo decir que tras la máscara de cada persona hay un mundo insondable que es necesario indagar. Tras el telón siempre está la vida: que no es precisamente la que se muestra, la que se representa.

Fuente: Francisco Huelva - Odiel Información (04 de Marzo, 2010)