En los últimos días también asaltaron un bar del municipio, del que se llevaron objetos por valor de 4.000 euros
De cíclica puede calificarse la delincuencia en Rociana que parece crecer exponencialmente a principios de año, como si los cacos pretendieran superar la cuesta de enero a costa del trabajo del prójimo. El año pasado la delincuencia obligó a la Junta de Seguridad a reunirse con carácter de urgencia por la alarma ciudadana y la Subdelegación del Gobierno respondió con el compromiso de reforzar, de forma temporal y puntual, la dotación de agentes de la Benemérita; ahora la situación se repite, si bien la profusión de robos no ha alcanzado las cifras del pasado año.
Concretamente la pasada semana volvió a ser aciaga para los establecimientos que se vieron sometidos a sendos robos en una ganadería y un Bar situado en el Polígono Industrial y sus inmediaciones.
En el picadero del jinete José Tirado, varias veces campeón de España y Europa de Doma a la Vaquera, los cacos perpetraron el atraco de madrugada y accediendo por la parte posterior del recinto ganadero. Desde ahí y con la utilización de machotas y punzones lograron reventar la puerta y tener acceso al interior de las cuadras, oficina y guarda-arnés, que era su objetivo final. Desvalijaron 11 monturas y 33 'cabezas' con sus respectivos hierros y materiales de equitación, un material valorado "en cerca de 17.000 euros". Tirado ha asegurado que "no es la primera vez que me roban", lo que le obligó a instalar una cerradura de alto rendimiento muy resistentes a las brocas. No obstante, la fuerza bruta y la acción de palanca parece haber sido suficiente para reventar la puerta y tener acceso a la sala donde guardaba los aperos ecuestres. El jinete asegura sentirse frustrado porque, "cuando quieren, ninguna de las medida de seguridad que uno ponga les frena".
En el Bar Trastevere el modus operandi no difirió del protagonizado en el picadero y la fuerza bruta volvió a ser más que suficiente para doblegar, en este caso, la ventana exterior. Según indicó Javier Padilla, uno de los copropietarios del establecimiento hostelero, los cacos destrozaron la ventana brindada, supuestamente, utilizando una machota de grandes dimensiones y persistiendo durante, al menos, media hora. Sólo así se explicaría que reventasen el cristal blindado de tres capas, cada una de ellas de 6 centímetros. La alarma fue crucial para que tras el asalto, los delincuentes sólo pudieran llevarse un jamón, varias botellas de licor y la caja registradora con pantalla táctil. Precisamente el material apareció tirado en un campo en el municipio de Almonte pues fue encontrado por un agricultor. Con todo, los daños han ascendido a cerca de 4.000 euros.
La Guardia Civil baraja la hipótesis de que los autores de esta cadena de robos son residentes de un municipio del Condado y, muy posiblemente, de Rociana.
Su falta de destreza, unida a la más que probabilidad de que no fuesen capaces de desactivar la alarma del bar, indica que no son especialistas y por tanto, lo más probable es que no se trate de un grupo jerárquico y organizado. Por otra parte los agentes sospechan que los protagonistas del robo en la ganadería sí que podrían haber actuado por encargo o tener comprometida la mercancía antes de perpetrar el atraco.
Fuente: Huelva Información (1 de Febrero, 2009)
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