domingo, 4 de enero de 2009

Las movilizaciones sociales se precipitan y alzan su voz por la provincia


Rociana rememora las protestas solicitando el servicio de urgencias las veinticuatro horas del día · Calañas se echa a la calle para reclamar justicia
El año que acaba ha estado marcado por distintas protestas sociales algunas de ellas relacionadas con la situación de crisis económica. Pero las que suscitado las mayores movilizaciones han sido las relacionadas con un marcado contenido social. Todas se han registrado en la recta final del año, aunque una de ellas viene de lejos, el caso de las urgencias de Rociana. Las otras con la muerte de una persona y con supuestos abusos sexuales hacia menores.
En Calañas, el domingo 23 de noviembre, dos motoristas que transitaban a media mañana por el campo encontraban el cadáver de Juan Ramón Cuaresma, un vecino de la localidad de 32 años que sufría una minusvalía física y psíquica. El cuerpo sin vida tenía un fuerte golpe en la cabeza, a la altura de la nuca. La Guardia Civil no descartó inicialmente que pudiera tratarse de un accidente y que el golpe se debiera a una caída, pero a partir de ese instante comenzaron las investigaciones para determinar las causas de la muerte de Cuaresma. El fallecido era un hombre muy conocido en la localidad y le gustaba colaborar con las asociaciones y hermandades del municipio. También venía trabajando para el Ayuntamiento.
Cuaresma había sido visto por última vez a primeras horas de la mañana, sobre las siete, en compañía de unos amigos y primos tras una noche de juerga. Después de tomar un café le vieron dirigirse hacia su casa, pero allí no llegó. Horas después el cuerpo sin vida era localizado en una zona próxima al puente del Carrasco, en el término municipal de Valverde del Camino, aunque muy cerca de Calañas. Apareció sin la documentación que solía llevar y sin la tarjeta de crédito, de ahí que inicialmente fuera difícil saber de quién se trataba.
Al cabo de dos días Calañas iba a vivir una jornada intensa y desconcertante con el funeral de Cuaresma y la detención de Diego Jesús Fernández Sánchez como presunto autor de homicidio y robo. Las investigaciones de la Guardia Civil había conducido hasta él. También indicaban que la muerte se había producido como consecuencia de un atropello involuntario en el paseo Nuevo, en una calle próxima al domicilio de la víctima.
Con la autopsia se supo que el cuerpo de Juan Ramón presentaba además de un fuerte golpe en la cabeza, un deterioro importante de sus órganos internos, debido a que el vehículo le pasó por encina, ya que al parecer el cuerpo se encontraba tendido en el suelo y Diego Jesús no pudo esquivarlo. Tras el atropello, el imputado introdujo el cuerpo de la víctima en el maletero de su coche y lo abandonó a unos ocho kilómetros de Calañas.El titular del juzgado número 2 de Valverde del Camino decretó su ingreso en prisión con cargos, pero días después su puesta en libertad bajo fianza de 6.000 euros. A partir de ahí los hechos se precipitaron. La reacción de algunos vecinos de la localidad fue inmediata y al grito de "asesino" y "fuera de aquí" salieron a la calle el 6 de diciembre para mostrar su protesta. A esta primera concentración en la plaza del ayuntamiento le siguieron otras. Pero la ira desatada fue más allá de las simples manifestaciones y se convirtió en un ataque directo no sólo contra el imputado sino contra toda su familia. Tal es así que ha decidido optar por el destierro voluntario y abandonar la localidad. La pintadas de la casa de los padres son reflejo de un acoso que ha sufrido el hermano menor de ocho años de Diego Jesús. Sin embargo, la familia de Ramón Cuaresma no ha recurrido la decisión de la jueza de poner en libertad bajo fianza a Diego Jesús Fernández, imputado por el atropello mortal y a pesar de esta circunstancia se siguen convocándose concentraciones en el pueblo contra la decisión de la jueza y se ha iniciado una campaña de recogida de firmas para que el imputado vuelva a la cárcel.
Movilización muy distinta es la que han protagonizado los vecinos de Rociana del Condado debido al conflicto por las urgencias sociales. Las primeras acciones vecinales se remontan a 2006 cuando se celebra una manifestación en la Gran Vía de Huelva. A esta siguieron otras que culminaron con un corte de la A-49 en el que participaron más de medio millar de personas.Pasados dos años, los vecinos han vuelto a protagonizar un acto masivo, esta vez coincidiendo con la celebración del juicio contra diez procesados por lo sucedido en julio de 2006. Diez rocianeros se enfrentaron en 2 de diciembre a una pena de dos años de prisión por desórdenes públicos y desobediencia a la autoridad. Ese día, los rocianeros, como los vecinos de Fuenteovejuna, fueron todos a una, y se desplazaron a la Audiencia provincial para asistir a la vista oral. La presencia fue masiva y colapsaron literalmente las dependencias judiciales. Pero fueron más allá, allí cientos de ellos se autoinculparon por el corte de la autovía. Incialmente los manifestantes accedieron al interior del edificio de la Audiencia y permanecieron un tiempo en los pasillos pero posteriormente fueron desalojados y esperaron a la salida de los procesados para recibierlos al gripo de "yo también estuve en la autopista".Los vecinos recriminaron así la actuación de la Justicia y de la Subdelegación del Gobierno y se preguntaban sobre las razones por las cuales si se había producido con anterioridad un corte de la autovía, con la participación de tres mil personas no había objeto de delito alguno, mientras que la protesta del 2 de julio había dado lugar al procesamiento de diez personas "elegidas al azar".
Fuente: Huelva Información (30 de Diciembre, 2008)

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