La víctima ha acusado de la agresión a su novio de 19 años de edad y a otros dos menores · Uno de los presuntos agresores lo grabó todo con su móvil · La joven fue trasladada en coche al Monte Alto
La unidad de la Guardia Civil de Protección de la Mujer y el Menor (EMUME) de Huelva se encuentra investigando la presunta violación de una menor de 16 años de edad, de nacionalidad rumana y vecina de Rociana del Condado, a manos de tres compatriotas residentes en el municipio vecino de Bollullos par del Condado.
La operación policial se ha saldado por el momento con dos detenidos, quienes habrían sido puestos a disposición de la autoridad judicial. Dada la naturaleza del caso el juez instructor ha decretado ya el secreto del sumario.
Uno de los supuestos agresores fue el novio de la víctima, de 19 años de edad, mientras que sus dos presuntos cómplices del delito no alcanzan la mayoría de edad. De esta forma, en caso de que el juez dictamine que existen indicios de delito serían juzgados en base a la Ley del Menor. Según ha podido constatar este periódico a través de diversas fuentes, los hechos se produjeron cuando la víctima fue recogida en un vehículo por su novio, en cuyo maletero se encontraban ocultos los dos menores que, posterior y supuestamente, participaron en la violación de la joven.
Dicho acto se produjo tras ser trasladada la víctima hasta un descampado en el Camino Monte Alto en el término municipal de Rociana. Fue en esta zona donde supuestamente se consumaron los hechos. Todo ello, mientras uno de los menores filmaba la dantesca escena con la cámara de su teléfono móvil. Fuentes cercanas a la chica apuntan que en su declaración alegó que fue "obligada" por sus agresores a actuar frente al móvil "para demostrar que consentía los abusos", ya que, a priori, el objetivo de sus agresores era utilizar "esta prueba" como coartada en caso de que la joven optara por denunciar los hechos.
El hermetismo que exige lo delicado de este caso así como el desarrollo de la investigación y las supuestas amenazas vertidas contra la chica y su familia por parte del clan familiar de los agresores ha motivado que la población se muestre temerosa a pronunciarse al respecto.
Entre tanto la joven rumana se encuentra confinada prácticamente las 24 horas en su vivienda por temor a las represalias y las amenazas que, aseguran, ha venido sufriendo.
Concretamente y según han apuntado algunos vecinos de la víctima, desde el trágico suceso la joven sufre fuertes secuelas psicológicas con trastornos de estrés postraumático y cuadros de ansiedad generalizada.
Estas mismas fuentes apuntan que la familia se encuentra desbordada por los sucesos y tremendamente atemorizada por las reiteradas amenazas de muerte y presiones que, denuncian, ha sufrido.
Es por ello que con objeto de salvaguardar y garantizar la integridad física de la chica estén barajando la posibilidad de enviarla de vuelta a su país natal, donde viviría con sus abuelos. Este periódico ha podido contactar con el padre de la chica, quien ha declinado la posibilidad de hacer ningún tipo de declaraciones al respecto.
Fuente: Huelva Información (26 de Abril, 2009)
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