Los ladrones encañonaron a los empleados ocultos tras un pasamontañas, pero insatisfechos con el primer botín de 3.000 euros también robaron el bolso a una empleada y a otro cliente
Dos hombres con pasamontañas atracaron ayer a punta de pistola la sucursal que la Caja Rural posee en Rociana del Condado, sustrayendo los cerca de 3.000 euros que los empleados tenían en sus respectivas ventanillas.
El golpe se producía sobre las 9:45 horas cuando dos encapuchados, portando sendas armas, accedieron al interior de la sucursal bancaria ubicada en la Calle Sevilla y, mientras encañonaban a los clientes y empleados, los obligaban a postrarse en el suelo, tras lo cual procedieron a saquear el dinero de la caja.
El que en el interior del edificio tan sólo se encontrasen los cuatro empleados de la entidad y dos clientes facilitó la operación de asalto. De esta manera uno de los sujetos se dedicó a encañonar a los empleados Santiago Pérez y Andrea Morales a la vez que vigilaba a los clientes a los que previamente se les había ordenado tirarse al suelo, mientras el otro operaba desde el interior de las ventanillas y sustraía el dinero de la caja. Según testigos presenciales los delincuentes, que en todo momento se dirigían en perfecto castellano, se mostraban visiblemente nerviosos y se afanaban en actuar con la máxima celeridad, conminando a los empleados a entregar todo el dinero del que dispusiese en ese momento. De hecho el botín no colmó sus previsiones, de modo que el encapuchado de mayor altura exigió a Pérez que respondiera dónde podía encontrar más dinero, presión que cesó cuando éste les aseguró que era todo el efectivo del que disponía en esos momentos la entidad. En la desesperación de no haber hallado el botín que presumían, los encapuchados decidieron sustraer el bolso de una de las empleadas y 160 euros que en aquellos momentos poseía un cliente.
Tras llevarse consigo un montante global cercano a los 3.000 euros, los delincuentes salieron a toda prisa a la calle, donde un vehículo les aguardaba para darse a la fuga. Según varios testigos el coche salió disparado a toda velocidad en la única dirección en que se permite la circulación por la calle Sevilla.
Tras el suceso, los servicios judiciales se personaban a las pocas horas en la entidad bancaria con el fin de rastrear el edificio y obtener pruebas con las que poder inculpar a los malhechores. En las instalaciones se interrogó a los empleados y el director de la entidad para tratar de trazar el 'modus operandi' y esclarecer la identidad de los autores mediante la detección de huellas dactilares a través de los lugares donde los asaltantes, que no utilizaron guantes, podrían haber posado sus manos. Con respecto a las cintas de seguridad, estas no parecen haber servido de gran ayuda ya que, al actuar con pasamontañas, su visionado posiblemente no ofrecerá más luz que las declaraciones efectuadas por los empleados, los cuales constataban que uno de los delincuentes era especialmente alto y otro de pequeña estatura. Entre tanto, los clientes que ayer se acercaban a la entidad mostraban su preocupación e indignación por el robo y, ante el cierre de la oficina por las pesquisas que a lo largo de toda la mañana han venido desarrollando los servicios judiciales, los usuarios se veían obligados a utilizar el cajero automático. A pesar de ello, muchos ciudadanos se quejaban de no poder ingresar en sus cartillas de ahorro el dinero para "pagar los recibos de la luz y diversas letras". Por su parte, el Concejal de Seguridad Ciudadana, Antonio Picón, se mostraba "sorprendido de que alguien se atreva" a perpetrar un atraco de esta índole después del refuerzo que la Subdelegación del Gobierno que dirige Manuel Bago ha venido realizando en la población con motivo de los meses álgidos de la campaña fresera. Picón achacaba el acto delictivo a un "claro suceso puntual", si bien reconocía que este ha sido el primer atraco que se produce en la población a punta de pistola. El edil considera que, a pesar de este aislado hecho punible, el clima de inseguridad que se vivió en la población a principios de año no ha vuelto a repetirse, gracias al trabajo de la Subdelegación "de dotar al municipio con más efectivos de la Benemérita".
Fuente: Carlos López-Huelva Información (5 de Abril, 2008)
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